Tepeyac y Guadalupe

Después de la conquista los españoles destruyen los templos toda la civilización de los pueblos. Además, abusan de los indígenas y no reconocen a sus hijos de las mujeres que
violan, y por si fuera poco, traen la viruela que mata al 60 % de los indígenas. Con todo esto los indígenas caen en una profundísima tristeza y piensan que todo se está acabado.

En diciembre de 1531 un indígena llamado Cuautlatoatzin (que significa el Águila que habla y el mensajero de las cosas divinas), recién bautizado con el nombre de Juan Diego se aparece con el obispo de México Fray Juan de Zumárraga, diciendo que: “La siempre Virgen María Madre de Dios” se le apareció en el cerro del Tepeyac y desea que se construya un templo ahí (en ese lugar los indígenas habían venerado a Tonantzin madre de todos los dioses), el obispo le pide una prueba. Al regresar se le vuelve a aparecer la Virgen otra vez y Juan Diego le dice que el obispo no le creyó y que él no se considera digno de llevar el mensaje por no ser nadie, que mejor se consiga otro embajador con más dignidad; la Virgen le dice que no se preocupe que ella es su Madre y que él está en su regazo, que recoja unas flores y se las lleve al obispo como prueba (lo raro es que era 12 de diciembre y en ese cerro no había flores y mucho menos en diciembre). Cuando le enseña las flores al obispo, éste ve frente a sus ojos como se aparece la imagen de una mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies, encima de un ángel y con un manto azul verdoso cubierto de estrellas que le cubre desde la cabeza.

Sin embargo, los indígenas al ver la imagen ven a una mujer que por la forma del pelo es virgen, está tapando el sol, o sea que tiene mayor importancia que su dios principal Huichilopoztli. Ven que el vestido está lleno de flores, los mensajes en Mesoamérica se envían con flores que significan lo bello y verdadero o que el mensaje es verdadero, lleva vestiduras pintadas de color que sólo eran para los reyes y nobles. Además el color azul verdoso significa ser divino como el quetzal, tiene estrellas como el cielo por lo que está cubierta del universo; el vestido es rojo como la tierra, por lo que es una emperatriz terrestre cubierta por un manto divino. En la parte de abajo los indígenas ven una cara humana con unas alas de águila de colores azul verdoso, blanco y rojo, lo que significa que es un mensajero de dios hacia la tierra, por tanto el mensaje es verdadero; además una mano está en el cielo y la otra en la tierra, así que une al universo con la tierra. También se ve que la virgen está en cinta por los moños en las muñecas. El vestido tiene flores y su tallo nace en el manto azul verdoso, esto significa que el mensaje es verdadero y bello. Lleva un medallón en el cuello con una cruz lo que es la señal del retorno de Quetzalcóatl, es decir los españoles.

Todo esto significa para los indígenas de Mesoamérica que la imagen de la tilma es un códice que les dice que su mundo no se ha acabado sino que ahora viene un nuevo nacimiento, es sólo un cambio.

Aunque la historia no sea cierta o sí la sea, como lo creyeron muchos, el hecho histórico es que el obispo de México Fray Juan de Zumárraga construye el templo, para resguardar la Tilma de Juan Diego con la imagen de la Virgen de Guadalupe.Este templo fue el primer hogar de la Tilma y fue donde vivió Juan Diego para resguardarla. Después se conoce como la PARROQUIA DE INDIOS y, posteriormente, el muralista Fernando Leal lo decora.

La moraleja de la historia es que cuando el mundo se nos viene abajo, no debemos preocuparnos, es sólo una evolución de nuestra vida que cambia y continúa de diferente manera.

En 1666 se construye la CAPILLA DEL CERRITO, en la cima del cerro de Tepeyac. En 1740, se construyó otro templo. En su interior se observan frescos del pintor muralista Fernando Leal, a quien se le encomendó narrar la historia de las apariciones, y quien plasma el encuentro de las culturas y el arraigo de la fe.

Debido a la enorme cantidad de peregrinos, se construye otro templo que hoy se llama el
TEMPLO EXPIATORIO A CRISTO REY y ANTIGUA BASÍLICA DE GUADALUPE, albergó
durante 262 años a la imagen de la Virgen. El arquitecto Pedro de Arrieta lo construye de en 1709, con estilo plateresco y barroco, cuenta con cuatro torres octagonales en cada una de sus esquinas, con talavera amarilla y cenefa azul; tiene quince bóvedas y una cúpula octogonal con linternilla recubierta en talavera amarilla y azul. A principios de los 1800, por la construcción del convento de Capuchinas al costado oriente, el templo sufrió graves daños, la reparación cambia su interior a neoclásico, con un altar diseñado por José Agustin Paz y Manuel Tolsá. Se remodeló nuevamente en 1895. En 1921 se colocó una bomba, dejando como testigo fiel de este acontecimiento un Cristo de bronce doblado tras el estallido. En 1926 debido a la Guerra Cristera, cerró sus puertas y reabrió en 1929 e iniciaron trabajos de conservación y restauración dentro del templo. Debido al hundimiento diferencial que sufría, en 1974 se inicia la construcción de la nueva Basílica que se inaugura en 1976, la se traslada al nuevo templo, mientras tanto la Antigua Basílica de Guadalupe cerró sus puertas por 24 años. En 1979 se comenzó la edificación de pilotes de control, con lo que se logró nivelar nuevamente el edificio. En el 2000 termina la etapa principal y volvió a abrir sus puertas con el nombre de Templo
Expiatorio a Cristo Rey. A la fecha se han retirado las férulas de concreto que cubrían las ocho columnas en sus interior, ha sido colocado un nuevo tapete de mármol en color verde y café, similar al que existía anteriormente, ha concluido la restauración e iluminación de la Capilla del Sagrario, así como de las seis pinturas monumentales y los vitrales de la casa Víctor Marco. Ha sido rehabilitado el reloj y el órgano monumental tesoros que se conservan en su interior.

Salió un manantial de agua considerado milagroso, los enfermos bebían y lavaban sus heridas ahí, así que se hizo una techumbre. Posteriormente se construye la CAPILLA DEL POCITO, con limosnas del pueblo, en 1791, por el arq. Francisco Guerrero y Torres, estilo barroca, su planta es la única de base circular que se conserva en México. Todos los símbolos que cargan los angelitos pintados en la cúpula, son los símbolos marianos que aparecen en la Letanía Lauretana, parte final del rezo del rosario: espejo de virtudes, torre de David, estrella de la mañana, etc. Otro elemento importante es el Juan Diego que sostiene el púlpito de madera. En 1815 el insurgente José María Morelos se le permitió como última voluntad ir a orar a la Virgen de Guadalupe en este templo antes de ser ejecutado.

La NUEVA BASÍLICA es del Arq. Pedro Ramírez Vázquez.

Carlos Cas

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