LA DESIGUALDAD ENTRE LOS GÉNEROS

Lo crucial en nuestra sociedad es la eliminación de todas las injusticias que estamos atravesando. Pese a numerosas luchas por los derechos de las mujeres, aún vivimos en una sociedad injusta y sexista. Hay muchas partes del mundo donde las mujeres experimentan una cierta forma de desigualdad y discriminación derivada de los prejuicios, estereotipos y las convicciones religiosas. Además, este tipo de problemas se surgen en la vida laboral y personal. Deberíamos hacer todo lo posible para eliminar los obstáculos que las mujeres enfrentan todos los días.
Aquella desigualdad es visible especialmente en el caso de educación. Se observa que a menudo las niñas no reciben tanto acceso a la educación como los niños. En algunos países pobres no pueden estudiar por los motivos culturales. Aunque en Europa las niñas tienen aquella posibilidad, las escuelas no les proporcionan productos necesarios para la higiene y no les tratan igual que los niños en la cuestion de lo que visten. En algunos casos los profesores las envían a sus casas si se visten “inapropiadamente”. La valor de desarrollo debería ser fundamental especialmente entre los niños. Sí frenamos este proceso, haremos mucho daño a los jóvenes.
Es evidente que este desequilibrio existe también en la vida laboral. Cada vez más podemos observar que aunque las mujeres trabajen en el mismo puesto que sus compañeros y estén igualmente cualificados, sus salarios difieren mucho. Otra cuestión de que no se habla tanto, es que los empleadores a veces no quieren emplear las mujeres jóvenes por temor que tomen la baja por maternidad si queden embarazadas. Además, las que ya tienen hijos enfrentas los problemas con conciliar su trabajo con su familia. Por lo tanto, formar la carrera resulta muy difícil para las mujeres y a veces deben elegir entre su familia y trabajo. La necesidad de tomar decisiones de este tipo es muy injusta. Por lo general no afecta tanto a los hombres.
Siguiente cuestion es que en varios países europeos, pero también en muchas otras partes del mundo las mujeres no tienen una posibilidad de hacerles un aborto si lo necesiten. Obviamente hay varios casos en los que por la falta de aborto las mujeres o sus niños sufren de enfermedades graves, e incluso sus vidas están en peligro. Esto es un tema candente, especialmente en Polonia, donde las mujeres exigen el derecho a tomar las decisiones sobre sus cuerpos y si están listos a tener los hijos. En muchas situaciones las mujeres embarazadas son muy jóvenes y no tienen suficiente recursos financieros para criar un niño.
Vale la pena aspirar a crear una sociedad libre de los desigualdad de cualquier tipo. Para lograrlo deberíamos cuidar de la educación de nuestros hijos, mostrándoles que son iguales más allá de su sexo. Además, hay que pensar sobre un modelo de familia que está presente en nuestra sociedad. Necesitamos más mujeres dispuestos a trabajar y los hombres que las apoyarían y también ayudarían a criar a sus niños. Estos cambios son fundamentales para formar el mundo justo donde todos estemos iguales.

ANNA W

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