Quitar la voz

Sirenita y el poder de la libre expresión 

El cuento de la Sirenita tiene grandes enseñanzas, las cuales nos lleva a cuestionarnos si todo deseo, por más intenso que sea, no necesariamente es lo mejor para nosotros (perder la voz para tener piernas para casarse con el príncipe). 

En la vida tenemos muchos anhelos y deseos que esperamos que sean cumplidos, es más, si pudiéramos lograrlo con un giro de magia y conseguir lo que queremos. Solo porque lo sentimos intensamente, no quiere decir que realmente es bueno. Los sentimientos son intensos porque están a flor de piel, nos dicen más de nosotros que lo que sucede en el mundo, por lo que dejarnos guiar por ellos resulta peligros si no los hemos reflexionado mejor con nosotros mismos y con los demás (a quien más confianza le tengas), para evitar perdernos en un capricho. 

Lo que le pasa a Ariel es similar a muchas cosas que nos pasan a nosotros, ante la posibilidad de hacer algo con nuestra vida, queremos comernos el mundo en un bocado, buscamos aventuras y querer tener una historia qué contar. Pero, para ello ¿es necesario tener que pasar  por nosotros mismos para conseguirlo? 

Ariel pierde si voz, su expresión, su vida interior y el talento de su canto, para estar con alguien y recibir su aceptación, pero realmente sin que pueda darse a conocer del todo. 

Perder la voz es algo trágico, ya que con ella podemos relacionarnos con los demás, tenemos la habilidad de expresar el mundo interior a nuestros seres queridos, el utilizar las palabras para crear realidades. No significa que quienes no hablan no lo hacen (bebés, mudos, etc. ) pero en el caso de Ariel no contaba con el lenguaje de señas, por lo que su expresión es limitada a gestos. 

¿A qué costo estamos dispuestos a perder lo que somos por tenerla aceptación de los demás? El autoestima es muy importante, sobretodo el amor propio que nos lleva a aceptar quiénes somos y saber nuestro valor como para subastarlo al mejor postor. 

Más que una historia de amor eterno a otros, La Sirenita es una  historia de amor propio, seguir los sueños es importante pero nunca a costa de nosotros mismos. Para que el mundo mejore, debamos dejar de hacernos daño por la aceptación de los demás. Ninguna ideología, religión, persona o idea  que vaya en contra de nosotros mismos vale la pena seguirla. 

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