Que te valga

¿Cuántas veces no hemos sido presas de la sociedad? Se nos impone una moda, un comportamientos, un pensamiento y una forma de ser. Que si no has visto este programa, si la película está mala, si no usas ropa de marca, si no has ido a tal lugar, si no viajas o te la pasas trabajando. Todos estos juicios acusatorios que nos terminan ahogando y terminamos por rechazar lo que somos con tal de pertenecer.

Buscamos ser cool, tener lo que está de moda, ir a los lugares más populares, utilizar un lenguaje que no es del todo adecuado, escuchar y bailar a la música con la que no estamos de acuerdo. Pero como todo el mundo lo hace, pensamos que nosotros también debemos hacerlo. y hay algo que no nos termina de gustar.

Constantemente nos comparamos con los demás, si tienen lo que está de moda, si no lo tienen, si es chafa, si no es original, si reacciona de un modo, si actúa de otro… En fin, nos desgastamos observando a los demás y a nosotros mismos, pero al final del día ¿con qué nos quedamos? Como con una especie de vacío que quisiéramos llenar. ¿Cómo?

No es que nos guste llamar la atención, sino que buscamos ser apreciados por los demás por lo que somos y no por lo que tenemos. Esto es, que añoramos ser auténticos pero en un mundo en donde todos buscamos ser originales pero copiando a los demás. Lo que hay que hacer es que te valga, así es. A esta altura de tu vida ya sabes lo que te gusta y lo que no, en lo que estás de acuerdo y lo que estás en desacuerdo. No necesitas que alguien más te lo diga.

Despréndete de todo lo que te estorbe para ser una mejor persona, no busques ser apreciado por los demás si tu mismo no te aprecias. Si lo que haces te gusta, hazlo porque te hace feliz.