
¿Amar es amor?
Cuando hablamos de amor es necesario saber lo que es, si no lo sabemos por más que nos pase por enfrente no sabríamos identificarlo. Sabemos lo que es el amor distinto a lo que es el odio, si se confundieran entonces no sabríamos buscar uno ni alejarnos del otro.
Desde la antigüedad se ha hablado de amor: Platón en el Diálogo El Banquete Sócrates y sus acompañantes buscan definir qué es el amor (ya sea éste un dios -cupido- o simplemente una acción). Diferentes ideas son las que surgen, pero la que vale la pena mencionar es lo que Sócrates afirma (201c-e):
“Pero voy a dejarte por ahora y les contaré el discurso sobre Eros que oí un día de labios de una mujer de Mantinea, Diótima, que era sabia en éstas y otras muchas cosas… que Eros era un gran Dios y que lo era de las cosas bellas… ¿Crees que lo que no sea bello necesariamente habrá de ser feo? Exactamente. ¿Y lo que no sea sabio, ignorante? ¿No te has dado cuenta de que hay algo intermedio entre la sabiduría y la ignorancia? –¿Qué es ello? –¿No sabes –dijo–que el opinar rectamente, incluso sin poder dar razón de ello, no es ni saber, pues una cosa de la que no se puede dar razón no podría ser conocimiento, ni tampoco ignorancia, pues lo que posee realidad no puede ser ignorancia? La recta opinión es, pues, algo así como una cosa intermedia entre el conocimiento y la ignorancia. –Tienes razón. –No pretendas, por tanto, que lo que no es bello sea necesariamente feo, ni lo que no es bueno, malo. Y así también respecto a Eros, puesto que tú mismo estás de acuerdo en que no es ni bueno ni bello, no creas tampoco que ha de ser feo y malo, sino algo intermedio entre estos dos. –Sin embargo, se reconoce por todos que es un gran Dios. –¿Te refieres a todos los que no saben o también a los que saben? –Absolutamente a todos, por supuesto.”
Ahora bien, cuando el hombre se da cuenta del origen de Eros, de la carencia de su estado y de la necesidad de alcanzar la perfección del cuerpo y la liberación del alma. Sólo así el hombre debe comenzar su proceso de perfeccionamiento en busca la de verdad, no sabiendo todo lo que puede conocerse, sino amando la verdad.
Los griegos lo estudiaron 3 tipos de amor, sin embargo, hay un amor que se manifiesta más tarde con la llegada de Cristo. Pero, ¿qué es el amor? Es una entrega total que hacemos sin esperar nada a cambio, es incondicional y no por eso se debe buscar que nos correspondan.
- El primer tipo de amor es eros- esto es el amor sensible el cual se manifiesta como un amor de apetencia (atracción) en cuanto a la belleza física y complacencia (simpatía) en cuanto a la belleza de carácter. Por ejemplo, cuando vamos de fiesta le hablamos al más atractivo y después terminamos con el simpático.
- El segundo tipo de amor es ágape- este es el amor útil y digamos que injusto ya que no es equitativo porque hay alguien que ama más, el cual se manifiesta como un amor de conveniencia (seguridad) en cuanto a la utilidad que nos puede dar una persona, por ejemplo: al pasarme la tarea o darme un servicio; el amor de convivencia el cual se desarrolla una entrega en la compañía que hay, por ejemplo: en el salón de clases; el amor de beneficencia el cual se da por la debilidad de otro, por ejemplo: una enfermera que se enamora de su paciente, un padre ama más a su hijo, un gobernante ama más a su pueblo, así como un profesor ama más a sus alumnos; el amor de concurrencia el cual se da por los objetivos comunes o intereses que nos unen, como irle al mismo equipo deportivo, literatura, etc.
- El tercer tipo de amor es la filia- este amor es el que todos ansiamos al ser un amor de benevolencia la amistad se encuentra aquí, se le llama filial ya que es un amor que se da entre hermanos, con quienes los amamos por el bien del otro y no por la conveniencia, compañía, el beneficio o el atractivo, sino que es más bien por el simple hecho de quererle porque le hace bien. Este amor lo describe Aristóteles como “cuando dos cuerpos comparten la misma alma”, son tan iguales que piensan y actúan del mismo modo.
- El cuarto tipo de amor surge con el cristianismo, quien establece el amor de trascendencia o caridad el cual hacemos un bien a otro, nos entregamos a ellos sin necesidad de conocerlos o nos reconozcan, porque hay algo mayor que nos une. Este amor es distinto a los demás en el sentido en el que no se reduce la entrega a una sola persona, sino a quien sea. (Los 4 amores de C. S. Lewis)
De todos estos amores no son ni bueno ni malos, sino que simplemente son entregas que se hacen por la libertad que tenemos para hacerlo. Sin embargo, existen unos amores más plenos que otros, que nos llenan más que otros, pero todos comienzan con una entrega y se puede ir creciendo de un amor eros a uno filial. Cuando nos damos a los demás somos más felices que cuando nos quedamos con los placeres. Es por eso que el hombre está hecho para amar. Y tú ¿cómo amas?
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