Cómo ser miserable

Cómo te sientes determina la calidad de tu vida. Tus emociones pueden hacer que tu vida sea miserable o verdaderamente mágica. Por eso, son una de las cosas más importantes en las que enfocarse. Tus emociones coloreen todas tus experiencias. Cuando te sientes bien, todo parece, se siente o sabe mejor. También piensas mejor. Tus niveles de energía son más altos y las posibilidades parecen ilimitadas. Por el contrario, cuando te sientes deprimido, todo parece aburrido. Tienes poca energía y te desmotivas. Te sientes atrapado en un lugar (mental y físicamente) en el que no quieres estar, y el futuro parece sombrío. Tus emociones también pueden actuar como una guía poderosa. Pueden indicarte que algo no está bien y permitirte hacer cambios en tu vida. Por lo tanto, podrían ser unas de las herramientas de crecimiento personal más poderosas que tienes.

EGO

Tu cuerpo

Tu nombre

Tu género

Tu nacionalidad

Tu cultura

Tu familia/amigos

Tus creencias (creencias políticas, religiosas, etc.)

Tu historia personal (tu interpretación del pasado, tus expectativas sobre el futuro) Tus problemas (enfermedades, situación financiera, mentalidad de víctima, etc.)

Tu edad

Tu trabajo

Tu estatus social

Tu rol (como empleado, ama de casa, estado parental, estado laboral, etc.) Objetos materiales (tu casa, auto, ropa, teléfono, etc.)

Tus deseos

El ego tiende a equiparar ‘tener’ con ‘ser’, por eso le gusta identificarse con objetos. El ego vive a través de la comparación. A tu ego le gusta compararse con otros egos. El ego nunca está satisfecho. Tu ego siempre quiere más. Más fama, más cosas, más reconocimiento, y así sucesivamente. La autoestima del ego a menudo depende del valor que tienes ante los ojos de los demás. Tu ego necesita la aprobación de otras personas para sentirse valorado.

Ver todo negro

Las emociones negativas actúan como un filtro que ensucia la calidad de tus experiencias. Durante un episodio negativo, cada experiencia se percibe a través de este filtro. Mientras el mundo exterior pueda permanecer igual, tú lo experimentarás de una manera completamente diferente basada en cómo te sientes.

Cuando estás en un estado positivo, tienes más energía disponible. Esto te brinda: más confianza en todo lo que haces, esto se vuelve una apertura para considerar nuevas acciones que podrían mejorar tu vida La capacidad de salir o romper tu zona de confort, tienes más espacio emocional para perseverar durante tiempos difíciles, mejores ideas y creatividad mejorada, y fácil acceso a emociones positivas dentro del mismo rango emocional.

Cuando estás en un estado mental negativo, tienes menos energía disponible, lo que te brinda: una falta de confianza que afecta todo lo que haces; una falta de motivación que reduce el alcance de las acciones que estás dispuesto a tomar; una renuencia a asumir nuevos desafíos y salir de tu zona de confort; una capacidad reducida para perseverar frente a contratiempos; y una propensión a atraer pensamientos negativos dentro del mismo rango emocional.

Tus emociones actúan como imanes. Atraen pensamientos en la misma frecuencia. Por eso, cuando estás en un estado negativo, atraes fácilmente otros pensamientos negativos, y al aferrarte a estos pensamientos empeoras la situación. Es como el humo del cigarro que se acumula en nosotros y terminamos apestando todo lo que se encuentra a nuestro alrededor.

Tus problemas son mentales, existen fuera del tiempo y el espacio, solo en tu mente. Es por eso que se enfocan en tí dependiendo cómo te sientes. Y con el poder de ir del pasado al futuro de manera caprichosa.

Cómo usar afirmaciones positivas

Utiliza el tiempo presente y no el futuro, («Soy» en lugar de «Seré»). Evita las formas negativas como «No soy tímido». En su lugar, usa «Soy seguro». Repite la oración una y otra vez durante cinco minutos. Hazlo todos los días sin excepción durante un mes, y de preferencia más tiempo. Utiliza la visualización al mismo tiempo e involucra tus emociones.

Hay dos tipos de emociones negativas. El primer tipo son las emociones negativas que experimentas espontáneamente. Estas son las emociones que te mantienen vivo, como el miedo que sentían nuestros antepasados cuando se encontraban con un tigre dientes de sable. El segundo tipo de emociones negativas son aquellas que creas en tu mente al identificarte con tus pensamientos. Estas emociones no necesariamente son desencadenadas por eventos externos, aunque pueden serlo. Estas emociones tienden a durar más que el primer tipo. Así es como funcionan: Surge un pensamiento aleatorio. Te identificas con ese pensamiento. Esta identificación crea una reacción emocional.

Interpretación + identificación + repetición = emoción fuerte

Interpretación: es cuando interpretas un evento o un pensamiento basado en tu historia personal. Identificación: es cuando te identificas con un pensamiento específico a medida que surge. Repetición: es tener los mismos pensamientos una y otra vez. Emoción fuerte: es cuando experimentas una emoción tantas veces que se ha convertido en parte de tu identidad. Luego experimentas esa emoción cada vez que un pensamiento o evento relacionado la desencadena.

No eres tus emociones. No estás triste, simplemente experimentas sentimientos que puedes llamar ‘tristeza’ en un momento dado. Este es un punto importante.

  1. Déjalos ir. Cuando experimentes emociones negativas, puedes elegir conscientemente liberarlas en lugar de reprimirlas o aferrarte a ellas.
  2. Permíteles estar aquí. Puedes permitirles al reconocer su existencia sin aferrarte a ellas, o puedes
  3. Darles la bienvenida. Puedes aceptarlas y observarlas más de cerca para descubrir cuál es el núcleo de estas emociones.

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