Facta, non verbat
«Hechos, no palabras» es uno de los dichos latinos que exigen a la persona interpelada que deje de prometer, sino que cumpla con acciones lo que dice. Esto con el fin de garantizar una coherencia de vida, como dice el dicho popular: «prometer no empobrece» por lo que se nos hace muy fácil decir y desear cosas que en realidad sabemos que no vamos a realizarlas.
Esto mismo pasa con las virtudes, podemos decirnos virtuosos pero en realidad si no actuamos de manera virtuosa no podríamos decir que lo somos. Por ejemplo,quien es ordenado es quien llega puntual, tiene un horario, son claras sus prioridades. Si digo que soy sencillo es porque no me complico, ni sobrepienso las cosas, no busco aparentar lo que no soy y tampoco busco otra interpretación de lo que me dicen, sino que tomo las cosas como son.
Las virtudes son expresiones, acciones y hechos que muestran nuestro diario vivir, es así como nos damos a conocer: por nuestro hábitos. Son hechos cotidianos que muestrean cómo somos. Cuando estamos describiendo a alguien no sólo lo hacemos por su aspecto físico, sino también por sus acciones diarias. ¿Las personas te ubican por tus virtudes o por tus vicios?



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