La lectura está muerta

Hoy en día muchas personas simplemente no leen libros. No disfrutan este proceso tan esencial para su desarrollo – del conocimiento del mundo en que viven, así como del propio uso de la lengua. Prefieren pasar ese tiempo de una manera diferente y en gran medida la sustitución es pasarlo enfrente de una pantalla. ¿A qué se puede echarle la culpa a este fenómeno? ¿Cuál es su origen y el impacto en que resulta? Que la frecuencia con la que la gente lee está disminuyendo es una realidad tangible.
Según encuestas realizadas entre los polacos, leemos una preocupante mediana de un libro durante un año. En consonancia con la convicción común, la generación más joven en conjunto lee menos, pero no es una regla universal. De mi propia experiencia conozco personas jóvenes para quienes leer es una gran pasión, así como personas mayores que dicen que no tienen tiempo para esta actividad, o simplemente admiten que no tienen ganas de hacerlo. Una de las causas de esta tendencia puede ser la falta de tiempo causada por la rapidez constante de la vida moderna. Otros pueden luchar con la falta del acceso a bibliotecas o fuentes asequibles, o en contraria, no poder tomar una decisión entre la abundancia de fuentes disponibles en la actualidad. Pero el problema se vuelve grave cuando la gente pierde interés en leer. En este caso por supuesto se viene a la mente el nivel contemporáneo de la tecnología, que ofrece “mejores” actividades alternativas. Este motivo, esta excusa de verdad afecta a los jóvenes en su mayoría.
Desde que somos niños, todos dicen que tenemos que leer tanto como sea posible, porque la lectura es una de las maneras más efectivas de su propio desarrollo. Proporciona lo que es necesario para explorar el mundo y permite formar su propio punto de vista en la vida. Suministra numerosos aspectos del saber con el fin de impulsar la curiosidad en la mente jóven. Permite descubrir nuevos ámbitos en los que se puede continuar educarse. Provee y hace posible ser consciente de asuntos diversos. Pero al fin de cuentas no es posible aprender todo, saber todo – nunca dejamos de adquirir conocimiento, entonces, ¿por qué algunos dejan de leer?
La lectura y su impacto en la lengua es otra cuestión evidente. Sin duda facilita adquirir las reglas de gramática correctas, tanto como el vocabulario extenso, todo lo que se puede aplicar en la vida diaria para comunicar de manera elocuente. La persona que lee más, probablemente también haga menos errores cuando escribe, use los correctos siglos de puntuación y utilize estructuras gramaticales más avanzadas. Todo le resulta más fácil y de forma instintiva. Sus discursos pueden ser articulados con más fluidez y confianza en su capacidad y veracidad.
Ejercer la lectura – en su lengua nativa o no – garantiza la gran cantidad de fortalezas en todos los ámbitos. Sin embargo los datos estadísticos arrojan de forma unánime que un gran porcentaje no está convencida y, por desgracia, no lo practica.
A.

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