La mirada y el asombro

La vista es el sentido de la ciencia, de ella depende nuestro conocimiento científico. Tal como lo dice su método: observación. Es por medio de la vista, una vista intencionada (con inteligencia y voluntad) por la que encontramos o entendemos el significado de las cosas, y al encontrarlo, nos asombramos.

Cualquiera puede ver, pero observar, sólo quienes están dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo para lograr encontrar algo más profundo de lo que sólo se encuentra en la superficie. No solo se trata de ver el objeto además se trata de recabar información al darnos cuenta de su existencia, sino el darnos cuenta que somos nosotros que lo vemos, y de ahí comienza el proceso de análisis.

Se trata de ver más a fondo las cosas, dejar de lado lo que se presenta por entender el ser de eso que existe. Como dice Aristóteles: «desde lo que
es menos claro por naturaleza, pero más claro para nosotros, a lo que es
más claro y cognoscible por naturaleza.» (Fis 184a) Es decir, ir más allá de lo que está para comprender su ser y así saber actuar con libertad.

Si no conozco lo que son las cosas, no puedo actuar con libertad, ya que constantemente estaría limitado. Es por eso que el asombro es el reconocimiento de la relación que hay entre el sujeto y el objeto, lo que me permite aumentar mi conocimiento y por eso mi actuar es libre.