
Las filósofas de la Edad Media
Durante la Edad Media o como se le conoce popularmente “La edad oscura”, la mujer desempeñaba un papel muy importante dentro de la sociedad. Influida por los avances tecnológicos, científicos y cotidianos de la época, las mujeres no quedaron atrás, sobre todo con un nuevo cobijo: la igualdad espiritual.
La Edad Media se caracteriza por la trascendencia, con la introducción del cristianismo hay una nueva visión en la mujer como redimida por el pecado, gracias a la Virgen María quien restaura en la mujer la pureza perdida por Eva.
La igualdad del hombre y la mujer en esta época no es clara en el derecho (se mantiene la subordinación de la mujer en la familia y en la sociedad), sin embargo se aceptaba la igualdad en la dignidad y como creatura de Dios.
La línea es muy delgada entre los grandes pensadores del medioevo ya que el conocimiento y los nuevos descubrimientos servían para el estudio de la “naturaleza creada”, por lo que la línea entre ciencia y religión se vuelve muy fina de modo que grandes pensadores formaron parte de órdenes religiosas y muchos de ellos son ahora santos, patronos y padres de la Iglesia. Por supuesto, la mujer no se queda atrás y predominan las grandes intelectuales, que además son reconocidas por la Iglesia y están en santidad. No mencionaremos a Santa Teresa de Jesús (fundadora de las carmelitas descalzas), debido a que propiamente no es filósofa, aunque dentro de su teología hecha mano de la filosofía.
614 – 680 d. C Hilda de Whitby: Convertida al cristianismo de origen celta. Cuando nació, su tío el rey Edwin de Deira estaba exiliado junto con toda su familia. Cuando muere su padre, Hilda y su familia forman parte de la corte del rey. A los 33 años ingresa al monasterio en Chelles, pero es llamada por el obispo a regresar a Northumbria para ser abadesa de un monasterio en Heretu, hoy Hartepool. A los 66 años funda el monasterio de Hackness en donde muere.
804 – 843 d. C Dhouda de Gasconia: Duquesa de Agen y Septimia, es considerada la primera mujer escritora de Europa, durante el periodo Carolingio. Escribió una carta con un código educativo y una ética práctica para la conducta de su hijo Guillermo.
935 – 973 d. C Hroswitha de Gandersheim: Es considerada la primer mujer literata de Alemania. Entre los filósofos es conocida como ‘amante de la sabiduría’ en el momento en que Europa estaba volcada en el conocimiento intelectual. Entró al convento de Gandersheim bajo la orden Benedictina no como monja sino como canonesa en donde tomaba votos de castidad y obediencia pero no de pobreza. Por lo que podía recibir visitas, tener libros, sirvientes, etc. es claro que disfrutaba de una gran educación y leía a los clásicos en latín al igual que autores cristianos. Su filosofía se ve reflejada en su obra Sapientia, su obra Dulcities acerca de lógica y argumentación, en Gallicanus habla a las mujeres acerca del poder de decisión sobre sus vidas, entre otras obras.
1098 – 1179 Hildegard de Bingen: Abadesa, filósofa, teóloga, visionaria, científica, poeta y médico, una de las personalidades escolásticas más conocidas de su época. Proveniente de una familia noble en Alemania. Desde pequeña tenía visiones y fue entregada al monasterio en donde se volvió maestra. Escribió sus visiones y envió a san Bernardo para interceder por ella ante el Papa Eugenio III y continuar con su trabajo. Algunas de sus grandes composiciones e himnos se encuentran en París. Fundó un monasterio. Escribió su obra Scrivias, publicó sus trabajos de historia natural Física y un libro de medicina: Causa y Cura. Más tarde escribió un libro de moral e instrucciones éticas, Liber vitae meritorum y compuso su obra maestra Liber divinorum operum.
1100’s Herrada de Hohenbourg: Cabeza del monasterio, estableció la pauta en la oración y devoción con base a la enseñanza teológica como en Anselmo, Bernardo de Clarivaux, Pedro Lombardo y Pedro Comestor así como de otros escritores espirituales. Conocida por su obra “Horus deliciarum” en donde ofrecía palabras, imágenes, textos, poesía e himnos para meditar.
1200 – 1268 Beatriz de Nazareth: Nacida en Bélgica, la menor de 6 hijos. Más tarde estudió con las beguines, un grupo de mujeres que vivían de manera aislada sin pertenecer a una orden. Estudió en una escuela pública, pero no convivió, más tarde pidió la admisión al monasterio de Florival de orden cisterciense. Como novicia fue enviada para aprender a escribir manuscritos, en especial libros de coro. Más tarde escribió libros como Las 7 vías del amor divino.
1207 – 1282 Mechtild de Magdeburgh: Filósofa, mística, vivió gran parte sola y sin el apoyo de ninguna comunidad monástica. Más tarde formó parte del monasterio de Helfta. Mechtild escribió en busca de la sabiduría y era visitada por lo divino. Escribió en alemán y no latín, diciendo que el alemán también es sagrado. Sus obras más importantes son La luz de Dios.
1210- 1281 Guillermina de Bohemia: Filósofa y religiosa italiana. Vivió como beguina. Tenía la costumbre de rezar y de recibir a mujeres y a hombres que acudían a ella en busca de consejo o de consuelo. Fue condenada a la hoguera por sus ideas, pensaba en una encarnación femenina de Dios.
1220 – 1260 Hadewijch de Brabante: Es considerada una de las figuras más importantes de la literatura Holandesa en el siglo 13. Sus obras tratan principalmente acerca de Amor. Es considerada una mística del amor.
1256 – 1302 Gertrudis la Grande: Tuvo visiones durante toda su vida. Se dedicó a estudios acerca de la sabiduría divina: Escrituras, escritos patrísticos y de teología. Compiló frases de santos. Escribía en alemán y latín. Es considerada por la Iglesia católica la Patrona de las Indias del Este, celebrada principalmente en Perú. Sus principales obras son “Ejercicios espirituales”, “El legado del amor divino”, “La gracia especial».
1342 – 1416 Juliana de Norwich: Es conocida como la primera mujer que escribió un libro en inglés. Vivió durante la guerra de los 100 años entre Francia e Inglaterra. Fue visitada por Cristo así como padecía lo que la motivó a escribir Las enseñanzas del amor divino.
1364 – 1430 Cristina de Pisan: Nació en Venecia pero criada en Francia. Después de la muerte de su esposo mantuvo a su familia por medio de sus escritos: “La historia de la Rosa”, “Cambio de Suerte”, hizo la biografía de Carlos V, el libro de “La ciudad de las mujeres”, el libro de “Las 3 virtudes”, “La visión de Cristina”, el libro de “La paz” y “El himno a Juana de Arco”.
1418 – 1666 Isotta Nogarola: Nació en Verona, Italia. Aprendieron las ciencias humanísticas, latín, escritura, retórica, poesía, historia, filosofía moral entre otros clásicos al igual que sus hermanos. “¿Por qué si nací mujer, debe ser despreciada por los hombres de palabra y obra? Me pregunto esto en soledad… Tu injusticia de no escribirme me ha causado mucho sufrimiento, más que cualquier otro… Tú has dicho que no tengo una meta a la cual alcanzar. Pero ahora nada se ha vuelto como debe ser, mi felicidad ha sido causa de mi tristeza…. Porque todos se burlan de mí cuando camino por la calle.” Continuó con sus estudios en Verona e intercambió sus ideas con muchos académicos como Ludovico Foscarini. Rechazó una propuesta matrimonial y permaneció soltera.
1465 – 1558 Cassandra Fedele: Nacida en Venecia, Italia. Dominaba el griego y el latín. Estudió literatura clásica, filosofía de la ciencia y dialéctica. Casada con Giammaria Mapelli, un médico. Perdió sus cosas y a su marido a causa de un naufragio. Se dedicó a desarrollar a las mujeres por medio del neo-humanismo ya que no podían usar sus conocimientos para fines profesionales: “Cuando medito con la idea de avanzar en la vida con armas que utilizan las pequeñas mujeres— el aguja y sartén—aun cuando el estudio de la literatura no ofrece a la mujer recompensa ni honores, creo que la mujer debe perseguir y aceptar tales estudios solamente por el placer y el disfrute que contienen.” 1485 – 1550
Verónica Gambara: Nació en Pralboino, Italia. Su familia eran distinguidos patrones de las artes e intelectuales. Aprendió griego y latín, literatura, filosofía y teología patrística. Casada con su primo el Conde de Gambara, cuando su padre muere, fue saqueada por los franceses, escapó por haberse escondido durante días. Cuando su esposo muere mandó labrar en su entrada el poema de Virgilio en la Eneida. Se dedicó a la educación de sus hijos. Conocida por grandes figuras como los Habsburgo, Carlos V, entre otras grandes personalidades del mundo político.
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