Las mujeres en la antigüedad
En la antigüedad las mujeres no figuraban dentro de la ley, ni eran consideradas aptas para el estudio de la ciencia, sin embargo, estas mujeres rompieron esquemas y tradiciones. Algunas de ellas forman parte de la tradición judía y reciben cierta mención en la Biblia, sin embargo pocas son las que rompieron el molde y lograron influir en la sociedad de manera autónoma.
En Grecia las mujeres no tenían la condición de sujeto legal, y se les consideraba parte del hogar, al igual que un esclavo. Algunas de ellas poseían propiedades, aún así no se les consideraba ciudadanas.
Entre las grandes personalidades femeninas de la antigüedad podemos encontrar a Safo de Lesbos (630- 580 a. C), poetisa griega de quien se conoce por sus poemas, sin embargo al morir su padre, tomó el negocio familiar y lo mantuvo influyendo en la política de Lesbos, más tarde funda una Academia para en donde enseñaba las artes, entre sus poemas se encuentran a la diosa Afrodita:
“De
ella ver quisiera su andar amable
Y la clara luz de su rostro antes
Que a los carros lidios o a mil guerreros
Llenos de armas…
La luna luminosa huyó con las Pléyades.
La noche silenciosa ya llega a la mitad
La hora ya pasó y en vela sola en mi lecho,
suelto la rienda al llanto sin esperar piedad.”
Safo es una de las mujeres más influyentes en el mundo antiguo en el arte, sobre todo en la poesía.
La sociedad romana era patriarcal, y a las mujeres no se les permitía votar, ocupar cargos públicos o servir en el ejército. Sin embargo, pueden heredar debido a la patria potestas. La ley romana prohibía que un marido maltratara a su esposa o la obligara a tener relaciones sexuales (Lex Iulia). Dentro de Roma surgen muchas personalidades, especialmente en la política, en este caso vale la pena mencionar a una mujer que puso a temblar a todo el Imperio Romano: Cleopatra (48 a. C) Hija de Ptolomeo XI y hermana de Ptolomeo XII, fue co-regente de Egipto junto con su hermano. Su nombre oficial es Cleopatra VII, pero todos la conocemos como la Cleopatra. Al gobernar junto con su hermano menor no era querida ya que era difícil controlarla, sin embargo como todas las mujeres macedonias de la dinastía Ptolemáica eran astutas y Cleopatra no era la excepción. Sobretodo que desde muy chica había mostrado gran interés en las campañas militares y en formar parte de las empresas del reino con su padre. Cleopatra hábil en el arte de la seducción, estratega y elocuente logró enamorar a César y lograr que Egipto quedara en su poder. Suetonio relata: “amó mucho más a Cleopatra, con la que frecuentemente prolongaba sus festines hasta la aurora… la hizo venir a Roma, dejándola marchar sino colmada de dones y consintiendo que llevase su nombre el hijo que tuvo de ella.” Cleopatra no podía ser prisionera de guerra ni ser un botín producto de la conquista, ante esta humillación el suicidio era la única opción. Octavio leyó sus intenciones y mandó retirar todo objeto punzo cortante a la reina, pero cuando los guardias llegaron para llevársela la hallaron muerta. Cuenta la leyenda que sus sirvientes le llevaron un áspid (serpiente) en una canasta de higos para dar su golpe final. Octavio no gozaría de tener la vida de Cleopatra en sus manos. Si una mujer se acepta por lo que es, es mucho más fácil que tenga éxito en su vida, ya que éste depende de lo que es y no de lo que no es. Cleopatra nos enseña que como mujer se puede tener éxito al conocerse a sí misma y usar aquellos elementos tanto físicos como racionales y políticos para defender sus ideales y mantener su empresa.
2354 a.C. En Hedu’ana: era sacerdotisa de la diosa de la Luna, se dedicaba a mirar el cielo, amante de la sabiduría y el saber. Su padre fue el Rey Sargón de Babilonia y Akad, lo que ahora es Irán. Escribió 48 poemas, entre ellos uno de la Sabiduría:
«Una mujer de verdad posee sabiduría,
Consulta y emplea una tabla de lapislázuli
Da consejo a todas las tierras…
Mide los cielos,
Instala los hilos conductores de la tierra.”
1875 a. C. Aganice: fue miembro de la corte del faraón Sestoris de Egipto. Buscó la sabiduría en la naturaleza y la astrología. Estudió los globos celestes y las constelaciones para predecir el futuro. Se cree que determine la posición de los planetas.
800 a. C. Lopamudar: filósofa de la India. Es más conocida por inculcar la práctica de los 1000 nombres de la Divinidad Madre (Lalita Sahasranama). Un himno de los Vedas se le atribuye. Fue muy bella y bien educada. Su matrimonio con el rey Agastya la llevó a vivir de manera ascética. Lopamudar cuando se casó, le exigió a su esposo que la trate como princesa, a lo cual Agastya respondió que no contaba con tales riquezas, entonces Lopamudar le pidió que le diera su conocimiento.
800 – 500 a. C. Gargi Vackanavi: forma parte de la tradición Veda, en donde las mujeres eran tratadas igual que los hombres. Profetiza y filósofa.
800 – 500 a. C Maitreyi: filósofa de la India, al igual que Gargi, buscó en los Vedas el camino para la sabiduría, el cual encontró en la naturaleza en la búsqueda infinita de conocimiento e inmortalidad.
600 BCE Ambapali: conocida por ser discípula de Buda, su nombre proviene de mango y planta, lo que significa “hija nacida del árbol de mango”, probablemente sea porque la encontraron bajo un árbol de mangos. Conocida por su belleza y estatus, dejó todo una vez que conoció a Buda.
570 a. C Cleobulina de Rodas: hija del filósofo Cleóbulo. Conocida por su planteamiento de la filosofía y promoción de la sabiduría por medio de acertijos. Mencionada por Aristóteles.
550 a. C Temistoclea: sacerdotisa de Delfos, oráculo reconocido en Grecia. Se dice que fue maestra de Pitágoras, conocido como “el padre de lo filosofía”.
546 a. C Teano de Crotona: era una mujer educada. Matemática, escribió el “Punto de Oro”. Se interesó en las ideas y escuchó a Pitágoras cuando fue a Samos, se casaron a pesar que era 36 años más joven y tuvieron 5 hijos. Enseñó matemáticas en Samos y Crotona. Después de la muerte de Pitágoras, fue cabeza de la escuela Pitagórica. Sus principales obras fueron: “Vida de Pitágoras”, “Cosmología”, “Teorema del punto de oro”, “Teoría acerca de los números” y “De la virtud”.
522- 427 a. C Myia de Crotona: hija de Theano y Pitágoras, hermana de Teano y Damo. Fue atleta, mencionada por Jámblico durante las Olimpiadas, “sacerdotisa” a Deméter y poetisa, parece que también escribió epístolas.
535 a. C Damo: hija de Pitágoras y Teano. Colaboró con muchos filósofos pitagóricos: Timaridas y Filolao, sin embargo como no podía ser ayudante de investigación reconocida, su participación queda en la oscuridad.
535 a. C Arignote: pitagórica, se dice que escribió uno de los “discursos sagrados” de la escuela pitagórica. Junto con Myia y Melissa.
470 a. C Aspasia de Mileto: inteligente y bella, se dedicó a la filosofía y a la elocuencia. De joven era famosa por su belleza y poder de oratoria. Cuando viaja de Mileto a Atenas, conoce a Pericles, de quien se enamora y más tarde se casan (una vez que Pericles se divorcia). Grandes filósofos participaron de los salones filosóficos y la mencionan en sus escritos, entre ellos Sócrates, Anaxágoras, Fidias entre otros dramaturgos.
450 a. C Diótima de Mantinea: filósofa, enseñó a Sócrates acerca del Amor, mencionado por El Banquete.
400/300 a. C Areté de Cirene: filósofa y curandera, formó parte de la escuela fundada por Aristipo.
350 a. C Axiotea de Filesia: estudió en la Academia de Platón. Se disfrazó de hombre para llegar hasta Platón.
340 a. C Hiparquía: filósofa cínica, se casó Crates. Conocida por su curiosidad intelectual, su falta de interés en los asuntos domésticos y su comportamiento independiente.
300 a. C Lastenia de Matninea: estudió en la Academia de Platón, disfrazada de hombre.
325 a. C Pertictone I: se cree que fue madre de Platón, casada con Aristón.
300 a. C Fintas de Esparta: conocida como una de las 17 mujeres de la Escuela pitagórica. Realizó un escrito de “La moderación en la mujer”.
300/100 a. C Aesara de Lucania: neo-pitagórica, escribió “Acerca de la naturaleza humana”: “a través de la introspección a nuestra propia naturaleza… podemos descubrir no solo la fundación natural de la filosofía en toda ley humana, pero también podemos discernir en la estructura técnica de la moralidad, la ley positiva y la medicina física.” Habló sobre el alma tripartita: mente (el centro del juicio y el pensamiento racional), espíritu (la fuerza y habilidad) y deseo (parte del alma que ama, de donde se es amigo y hay amabilidad).
300/100 a. C Perictone II: filósofa, no sabemos mucho de ella, más que su obra “Acerca de la sabiduría”: “La humanidad ha existido para contemplar el principio de la naturaleza totalmente. La función de la sabiduría es tomar posesión de esto mismo, y contemplar el propósito de lo que las cosas son.” La sabiduría nos permite apropiarnos de todas las cosas, persigue los principios básicos, y los toma con un orden y jerarquía.
300 a. C Batis de Lampsaco: Es conocida por su matrimonio con Idomeneo, discípulo de Epicuro. Hermana de Metrodoro, discípulo cínico. Sus escritos se han encontrado en el papiro de Herculano, acerca del placer y la tristeza.
100 a. C Pánfila de Epidauro: Hija del filósofo y erudito Soterida, y mujer del gramático Socratida. Grandes personalidades la mencionan, Focio, Suidas, Eudocia Macrembolitisa, Sópatro de Apanea, Favorino de Arles, Diógenes Laercio y Aulo Gelio. Conocida por sus escritos “Comentarios Históricos Diversos”, “Epítomes a Ctesia”, “Sobre Controversias” y “Sobre artes amatorias”. Trató a 5 de los 7 sabios de la Antigua Grecia. fue ella quien atribuyó a Tales de Mileto el teorema que dice que el ángulo inscrito en un semicírculo es recto.
114/120 d. C Pan Chou (Ban Zhao): hija de un filósofo seguidor de Confucio. Estudio los textos de Confucio, historia, geografía y astronomía. Escribió “El libro de Han”, “El Almanaque” y “Catálogo de rangos militares”. Era poeta y ensayista. En su libro “Lecciones para mujeres” explica los principios del confucionismo para las mujeres.
100 – 300 d. C María de Jewess: nacida en Egipto, filósofa platónica y naturalista. La primera alquimista de occidente al enfocarse en los cambios químicos de la materia. Se dice que ella fue quien establece el concepto de la “piedra filosofal”.
100 d. C Bruriah: estudió el Talmud en Palestina.
170 – 217 d. C Julia Domna: emperatriz de Roma, filósofa y mecenas de otros filósofos. Casada con Séptimo Severo, participó en las campañas de su esposo, permaneciendo con él en los campos de guerra. Tenía círculos filosóficos, particularmente interesada en los pitagóricos.
200 d. C Marcella: madre de 7 hijos, viuda sacó adelante a sus hijos. Se volvió a casar con un neoplatonista llamado Porfirio.
300 – 350 d. C Sosipatra de Éfeso: hija de un gran agricultor, casada con un griego, madre de 3 hijos de los cuales uno de ellos fue un gran filósofo.
305 d. C Catalina de Alejandría: patrona de los filósofos en la Iglesia Católica. Convenció al emperador Máximo que dejara de perseguir a los cristianos y que sus dioses son falsos. El emperador mandó 50 filósofos para debatir con ella y Catalina salió victoriosa. Más tarde la emperatriz, esposa de Máximo fue a hablar con ella junto con el filósofo Porfirio y se convirtieron al cristianismo cuando la escucharon. Después de ser torturada, murió decapitada.
375-415 d. C Hipatia de Alejandría: hija del filósofo Teón maestro y colaborador de la Biblioteca de Alejandría. Egipto era el centro cultural y el auge de la filosofía. Fue profesora de filosofía y matemáticas en la escuela Platónica y más tarde directora. Siendo pagana, respetaba el cristianismo y otras formas religiosas.
330 – 379 d. C Macrina, la menor: nieta de Macrina La mayor, formaba parte de una familia de 6 santos y 4 escolásticos. Desde pequeña tenía cierta inclinación por leer algunos pasajes de la Biblia como los libros de Salomón acerca de los tratados de ética. Sobrevivió a la persecución de Galerio y Diocleciano al esconderse en el bosque hasta Constantino quien hizo el cristianismo religión oficial del Imperio Romano. Vivía de manera simple y se hizo cargo de su familia.
340 d. C Macrina, la mayor: Madre de 6 santos y dos grandes escolares, entre ellos Basilio y Gregorio. Conocida por sus enseñanzas y buen consejo. Perseguida por Galerio y Diocleciano por ser cristiana. Patrona de las viudas e intercesora en contra de la pobreza.



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