Recibir la amistad
La amistad es el tesoro más grande de todos, ya que se procura el bien del otro por su bien mismo, sin esperar nada a cambio. Grandes pensadores y filósofos han destinado gran parte de sus investigaciones para enaltecer la amistad: “cuando dos cuerpos comparten la misma alma” dice Aristóteles acerca de la complementariedad y compenetración que dos extraños pueden tener que podrían ser la misma persona. Saben lo que piensan y dicen como si fueran siameses.
La amistad es un amor gratuito, es decir sin ataduras ni intereses de por medio. Como cuando dos personas se encuentran y no se deben nada. No se trata de solo dar a los demás, que eso ya es extraordinario, sino también recibir ese regalo sin pensar estar en deuda o tirar todo a la borda por creer que ahora debo pagar el favor.
Así cómo damos el amor a todos sin esperar nada a cambio, se trata también de recibir sin buscar pagar ese amor que otros nos ofrecen. Aquello que es gratuito es para ser disfrutado sin sospecha y con buena intención. Podríamos pensar que lograr una buena amistad, pero si sospechamos de todos o calculo deudas, nos será imposible quién nos entrega una verdadera amistad. Dentro de nuestro círculos social encontramos a quiénes buscan nuestro bien y quiénes buscan de nuestros bienes. Y si nos quedamos sin amigos, pues es momento de buscar en otro lado.
La amistad verdadera se dona a los demás y sabe recibir de los demás cuando es gratuita. Así como buscamos ese amor gratuito, debemos tener seguro que damos un amor sin condiciones para lograr una gran amistad.
Deja una respuesta