Tolerancia el vicio del respeto

Dado que el respeto se entiende como una virtud, que busca por medio de actos Y Mediante el lenguaje, oral, escrito, por imágenes u otros signos, promueve y tutela la verdad, el honor y la fama, bienes de gran importancia para las personas. Respeto hacia la verdad, el honor y la fama del prójimo: Mediante el lenguaje, oral, escrito, por imágenes u otros signos, promueve y tutela la verdad, el honor y la fama, bienes de gran importancia para las personas. Aunque sus vicios propiamente son la maledicencia -por defecto- y la sobreprotección -por exceso- me es preciso señalar por qué la tolerancia se ha vuelto en la actualidad el vicio por exceso del respeto. 

La tolerancia es dejar pasar las cosas sin alguna reacción o acción (como cuando tomamos leche y no tengo intolerancia), es decir que es permitir o dejar pasar lo que se dice y se hace sin ponderarlo, valorarlo o emitir un juicio. En cambio, el respeto es una cualidad fundamental en las relaciones humanas. Se basa en reconocer y valorar la dignidad de cada individuo, así como sus derechos y opiniones. Se manifiesta tanto a través de acciones como del lenguaje, ya sea oral, escrito, visual o por otros medios de comunicación. Por otro lado, ser irrespetuoso es caer en el rechazo absoluto de lo que se dice, hace o piensa.

Cuando hablamos de respeto, nos referimos a algo más profundo que simplemente tolerar o aceptar a los demás. Implica un genuino aprecio por la diversidad y la individualidad de cada persona. Es reconocer que todos merecemos ser tratados con dignidad y consideración, sin importar nuestras diferencias.

El respeto no solo se limita a nuestras interacciones personales, sino que también se extiende a la manera en que nos comunicamos y nos relacionamos en el ámbito público. El respeto implica escuchar y considerar las opiniones y perspectivas de los demás, incluso si no estamos de acuerdo con ellas. De saber tratar y cuidar el medio ambiente, el entorno y todo lo que nos rodea.

Es importante destacar que el respeto no implica debilidad o sumisión, sino todo lo contrario. Es una muestra de madurez y fortaleza personal, que nos permite construir relaciones saludables y armoniosas. El respeto nos ayuda a establecer límites claros y a defender nuestros derechos, al mismo tiempo que reconocemos y respetamos los derechos de los demás.

Las cosas nos importan, no nos pueden dar igual. Vivir el respeto es tener una postura, y esta no impide la escucha o aceptación de los demás, sino que garantiza una relación enriquecida con distintos puntos de vista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *