Las artes

El arte, incluyendo el cine, cambia junto con la gente, siempre reflejando su mentalidad y sus percepciones del mundo. Lo mismo ha pasado en los últimos años con el auge del tropo de “protagonista femenina fuerte”, que aparece en películas modernas, especialmente las de superhéroes. La idea detrás de este tropo es que una mujer es la protagonista de una película, una mujer poderosa y talentosa. Aparentemente no debería hablar ningún problema: es muy bueno que vemos más y más fuertes mujeres en el cine. Sin embargo, aunque en teoría las mujeres deberían las que aprecian más estes personajes, muchas feministas las critican y no sin razón.
Para entender el tema completamente, primero hay que saber de que consiste un personaje buen escrito. Contrariamente a lo que podría ocurrirnos, un personaje buen escrito no siempre tiene que ser una persona buena con un gran sentido de la moralidad. Si fuera así, los villanos no serían tan populares como lo son. Lo que hace que un personaje esté bien escrito es que es imperfecto, tanto falla como consigue éxitos, que cambia y aprende nuevas cosas, que sus acciones tienen consecuencias, que algo le motiva. Todo eso le hace más humano y parecido a nosotros, dándonos la oportunidad de identificarse con un personaje y entenderlo en un nivel más profundo.
Comparando un personaje bien escrito con una “protagonista femenina fuerte”, es difícil no darse cuenta de que el segundo no comparte muchas cualidades con el primero. Una “protagonista femenina fuerte” es estática y pasiva. Cuando empieza la película, ya tiene todo lo que necesita para conseguir cualquier cosa que quiera. Nunca cambia, nunca falla y si lo hace, eso no le afecta ni emocionalmente ni físicamente y el problema se resuelve rápidamente, a veces sin participación de la protagonista. Estes personajes frecuentemente son distantes y no expresan ninguna emoción. Esto no quiere decir que personajes como estes no pueden aparecer en las películas, simplemente que no son las protagonistas más interesantes o simpáticas. No se parecen a una persona real, sino más bien a una máquina o un dispositivo de la trama que está allí solo porque tiene que estar para que la trama suceda y la verdad es que es imposible identificarse con alguien así. Los personajes más notables que fueron criticados por esto son, por ejemplo, Capitana Marvel o Rey Skywalker.
Esto nos lleva a lo más importante en está discusión: la representación de las mujeres y otras minorías que está inseparablemente conectada con el problema de personajes bien o mal escritos. Toda la intención de la representación es para que los grupos poco representados finalmente vean alguien parecido a ellos en la pantalla, para que puedan identificarse con el/la protagonista en una manera más íntima que antes. Pero para que esto sucede, las mujeres tienen que poder verse en un personaje y esto a veces resulta imposible con las nuevas protagonistas.
Pero si es así, ¿por qué los estudios siguen produciendo películas con tales protagonistas? La respuesta muy simple: dinero. Los cineastas quieren ganar tanto dinero como sea posible mientras poniendo el menor esfuerzo posible en su trabajo. La forma más sencilla de hacerlo es es observar las tendencias en la sociedad, lo que está de moda y lo que provoca controversias y luego usarlo para atraer a más personas para que hablen sobre su película; si lo critican o alaban no tiene importancia, solo si pueden ganar dinero. En los últimos años este tema controversial o “de moda” es exactamente la representación de varios grupos. Los productores ven que este tema le interesa al público, especialmente a los jóvenes, y por eso lo incluyen en sus obras. Desgraciadamente, no lo hacen de buen corazón, entonces lo que sale tampoco es bueno, como lo podemos ver con el trope de la “protagonista femenina fuerte”. No entienden, o, tal vez, no les importa, que la verdadera representación y verdadero feminismo no son cuando se añade más personajes femeninos, sino cuando se pone lo mismo esfuerzo y cuidado en crearlas que con los personajes masculinos.
Como cada día crece la consciencia del público sobre la importancia de la representación, en el futuro vamos a ver más películas que intentan mostrar la vida de varios grupos antes poco representados. Por supuesto, este es un paso en la dirección muy buena, pero debe recordar que no solo es necesario que haya más personajes femeninos en cuanto a la cantidad; es necesario que haya más personajes femeninos escritos con sincero esfuerzo y cuidado, y, desgraciadamente, la mayoría de las veces, las “protagonistas femeninas fuertes” no lo son. Ahora nosotros, como el público, tenemos que mostrar que queremos y quizás veremos la verdadera representación más en el futuro.

AK

Comments

  • arrozsalvaje

    No se puede negar que hoy en día existe una tendencia en los medios de comunicación en masa, especialmente en las películas populares y en las series, a crear personajes que representen a las mujeres de forma menos estereotípica, la autora o el autor del artículo menciona al tropo de la ¨mujer fuerte¨, que de verdad es un buque insignia de tópicos populares; del mismo modo en los medios aparecen cada vez más personajes de diferentes minoridades raciales y sexuales, la situación es, por cierto, mucho peor en cuanto a las personas con discapacidades, pero poco a poco los producentes hacen el esfuerzo para empezar a incluirlos también. En mi opinión, este cambio cultural es sin duda un paso en la buena dirección, ya que durante siglos la cultura imperante fue dominada por los hombres blancos heterosexuales y es importante mostrar la diversidad nuestro mundo y contar historias con las que la gente con diferentes experiencias se pueda identificar. Dicho esto, como AK ha observado, por lo general, lo que les concierne más a los producentes de los medios de entretenimiento son sus ganancias y muchas veces se fijan en la diversidad no porque de verdad les importe, sino porque esto es lo que el público espera. Esto resulta a veces en unas personajes superficiales y mal escritos. Por esto, al ver a un reparto muy diverso en la tele, antes de alabar a los cineastas deberíamos preguntarnos si de verdad es una buena representación y si en la creación de estos caracteres de verdad participaron das personas de las mismas minorías. Lo mismo podríamos aplicar a corporaciones que anuncian sus productos con campañas que predican tolerancia; vale la pena comprobar si en las estructuras de estas corporaciones también se cuida del bienestar de las minorías y se lucha contra la discriminación. Ademas, se debería recordar, que solamente postulando buena representación en los medios no es posible erradicar la discriminación, los activistas y todas las personas a quienes les importa este tema tienen que optar por cambios reales en los ámbitos de política, la ley y economía para poder introducir derecho que protege a los más vulnerables en la sociedad, alterar el mundo imaginario, desafortunadamente no es suficiente.

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