RECORRIDO PANTEONES

En el México del Virreinato, los panteones sólo los administraban las parroquias. Después de la independencia esta costumbre siguió, hasta las leyes de reforma, donde empieza a haber panteones civiles y no religiosos. Los panteones tienen una cierta magia. Entre la simbología religiosa, la arquitectura antigua, los personajes históricos enterrados y el paisaje natural, visitarlos puede ser una gran experiencia. Algunos con historia y misterio son:

Panteón de Dolores y Rotonda de las Personas Ilustres.
En Constituyentes s/n, Bosque de Chapultepec, CdMx. Considerado el más grande de Latinoamérica, también es el más famoso de México. La belleza de este antiguo panteón radica no sólo en la hermosa zona boscosa y tranquila en donde se encuentra, sino que hay cantidad de tumbas con magníficos y llamativos diseños arquitectónicos a la vista. Dentro del panteón está la Rotonda de las Personas Ilustres, en donde están los restos de personajes como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Agustín Lara y Diego Rivera, cuya tumba sobresale por su belleza, Dolores del Río, entre otros. Fue inaugurado en 1872.

Museo-Panteón San Fernando.
En San Fernando 17, colonia Guerrero,CdMx. Quizá la tumba más famosa de este panteón capitalino es la de Benito Juárez, inconfundible por la impresionante y detallada escultura al centro del mausoleo., hay una serie de actividades culturales. En funciones entre 1832 y 1871, es uno de los cementerios más antiguos de la Ciudad de México y está repleto de joyas que muestran la arquitectura del siglo XIX.

Panteón Francés de La Piedad.
Siguiendo el modelo arquitectónico de cementerios como el Père Lachaise de París, este camposanto fue pensado como un lugar de descanso para franceses y mexicanos adinerados que vivían en la CdMx durante el Porfiriato. Sin duda, este lugar tiene el poder de provocarte uno que otro escalofrío con sus misteriosas esculturas.

Panteón Jardín.
En Av. Camino al Desierto de los Leones, km 14.5, col. Ampliación La Herradura, delegación Álvaro Obregón, CdMx. Quizá podríamos decir que este panteón es el de las estrellas, pues destacan los restos de Jorge Negrete, las dos generaciones de Armendáriz, Germán Valdés “Tin-Tan”, el distinguido Pedro Infante, quien en cada aniversario luctuoso (15 de abril) recibe hasta cinco mil visitantes que llegan al panteón a cantar al ritmo del mariachi sus más grandes éxitos, también está Remedios Varo y Jorge Negrete, por lo que es uno de los panteones con más historia de México.

Panteón Español.
Calz. México-Tacuba 117, CdMx. Con más de 100 años de existencia, caracterizado por su arquitectura principalmente gótica y su gran tamaño. En este vecindario mortuorio encontrarás la tumba de Mario Moreno “Cantinflas”. Pero quien atrae más visitantes es la tumba de Santa Carolina, una supuesta beata no reconocida, visitada principalmente por jóvenes que le piden ayuda para tener buenas calificaciones en sus exámenes o con su pareja.

Panteón de Belén.
El más famoso de Guadalajara, tiene la característica especial de que muchas de las tumbas fueron construidas con cantera rosa, lo cual le da un aspecto único. Como en los panteones más visitados de Europa, aquí verás impresionantes muestras de excelente arquitectura fúnebre.

Panteón Inglés en Real del Monte.
En un pequeño y antiguo pueblo minero al noreste de Pachuca. Entre enormes árboles y
espesa niebla, el cementerio tiene una mística muy especial. Como dato curioso, la mayoría de las tumbas pertenecen a trabajadores ingleses que llegaron al pueblo durante el auge minero y están orientadas hacia el Viejo Continente.

Se festeja el “DÍA DE MUERTOS” en los panteones, en un sincretismo y mestizaje de la antigüedad de Mesoamérica con el catolicismo, que festeja durante el 2 de noviembre a los difuntos y el 1o de noviembre a todos los santos. El festejo más famoso en la CdMx es el del panteón de Mixquic. El «DÍA DE MUERTOS» es Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad, por la UNESCO declarado en el 2003.

Hoy en día ya no se hacen mausoleos en los panteones, sobre todo por la costumbre de cremar a los difuntos y ponerlos en pequeños nichos o la horripilante y nefasta idea de conservarlos en casa, ya que es buena idea tener los restos de los seres queridos en un lugar retirado donde podamos despegarnos de los que ya se han ido y al mismo tiempo un lugar donde podamos llevar nuestros respetos a sus restos de vez en cuando.

Entre los 18 meses que forman el calendario azteca, había por lo menos seis festejos dedicados a los muertos. Era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento. El festival que se convirtió en el Día de Muertos se conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y se celebraba durante un mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la «Dama de la Muerte» y esposa de de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos. Creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos estaban determinados por el tipo de muerte que habían tenido, y no por su comportamiento en la vida. Los mexicas creían que la vida ultraterrena del difunto podía tener cuatro destinos: Tlalocan: para ahogados y rayos. Omeyocán: sol y Huitzilopoztli para muertos en combate, los cautivos que se sacrificaban y las mujeres que morían en el parto, después de cuatro años, volvían al mundo, convertidos en aves de hermosas plumas multicolores. Mictlán: con Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl para los de muerte natural. Chichihuacuauhco, lugar a donde iban los niños muertos.

Comments

  • Tania Hernández Bautista

    Tania Hernández Bautista ID: 0206053 Ética
    Desde tiempos remotos hemos visto una auténtica manera de recordar a nuestros fieles difuntos, ya sea por ir a lugares donde ellos frecuentaban ir, o simplemente por decir frases que ellos solían decir. Sin embargo, lo que sucede en México es una verdadera maravilla. El recordar a nuestros fieles difuntos conmemorando todo un día para recordar sus costumbres, sus comidas favoritas, o sus hobbies. La ética tiene una gran responsabilidad en estas festividades, lo que hemos venido haciendo durante todo este tiempo ya se vuelve en un acto completamente humano. Usamos la inteligencia para advertir a la voluntad, y hacer consciente la costumbre de nuestra cultura. De nuestra voluntad de querer conmemorar la vida de nuestros fieles difuntos surge la pasión de la alegría, de tener un momento de recordar todo lo que a nuestro difunto le disfrutaba hacer. Si hacemos un juicio ético acerca de las personas que mantienen a sus fallecidos en su casa, el objeto es mantener a sus familiares o amigos cerca de ellos, la circunstancia usamos el factor «donde» tiene mas repercusión, ya que el blog nos dice que es buena idea despegarnos de estas personas, y de honrar su vida con el debido respecto al visitarlos a otro lugar que no sea con nosotros, y finalmente el fin que es honrar lo que fueron y recordarlos. Hay veces en las que las personas tenemos un obstáculo en nuestra inteligencia, que es la ignorancia, y lo peor es que es la peor ignorancia que puede existir, la afectada. En la ignorancia afectada nosotros no queremos saber que es una práctica realmente enriquecedora el recordar a nuestras personas difuntas, ya que de alguna manera es nuestro pasado. La inteligencia lo debe de advertir.
    Debemos de hacer consciente que nuestra cultura tiene costumbres realmente provechosas, y debemos de aceptarla y mas que nada, arraigarla.

  • Leslie Elizabeth Bustos Guajardo

    «Ay, de mí, llorona, llorona de azul celeste
    Y aunque la vida me cueste, llorona, no dejaré de quererte
    No dejaré de quererte»
    -La Llorona Raphael

    México, es un país mágico que es capaz de combinar el mito y la realidad en uno algo que nos alegra y nos llena de vida. Es algo tan curiosos que el mexicano sea capaz de convertir una «desgracia» como es la muerte, a una forma de hasta burlarnos de la misma con las famosas «calaveras». Los colores, la noche tan mágica , llena de historias, y hasta le hicimos un «pan» , comida, convivencia familiar.

    El valor de la familia en el mexicano , es algo que debemos apreciar mucho, ya que la mayoría de las caves el amor hacia ellos nos inspira a dar lo mejor de nosotros, de cumplir nuestros sueños y pensando en darles una vida mejor.
    Es cierto , somos incomprensibles, y muchas otras culturas lo llamarían como ilógico , con falta de realidad, pero eso es lo que nos hace ser nosotros , el buscar la alegría a pesar de la tristeza, de recordar a esas personas que marcaron nuestra vida de una forma positiva, que el hecho de recordarlo y guardarlo en nuestra mente, hace que el mismo tome vida, y que se convierta «inmortal» ya que cada año al traerlo a la familia contando anécdotas , hace que el ser difunto trascienda incluso más allá de su muerte.

    Pero aun más importante, el hecho de que sea una tradición de nuestros orígenes, la filosofía del mexicano desde tiempos antiguos lidiaba con la muerte y no le daba miedo, ya que lo veía como la única forma de nacer al día siguiente, a esto me refiero a los sacrificios.

    Este día nos recuerda que en muchas ocasiones debemos aprender a desprendernos de los seres, la circunstancias, el sentimiento que un día tuvimos pero que ahora ya no lo tenemos, y para renacer , debemos limpiar y dejar morir , porque es sano, es un proceso natural de la vida, dejar ir y seguir adelante con el «nuevo día». Ya que muchas veces existen aquellas cosas que nos amarran , y pesan. Al dejarlas ir nos quedamos con lo bonito , agradecemos y hasta incluso perdonamos.

    Vivamos este día como una alegría , y permitamos que la misma viva por mucho más tiempo, pero sobretodo Sintamonos orgulloso de nuestra cultura, de nuestro país, y de sus orígenes (también de la comida) .De este tan diverso país llamado «México».

  • Gloria Castellanos

    Al analizar el efecto de la muerte, podemos darnos cuenta de la necesidad de trascendencia del ser humano, que a pesar de su inminente partida, busca dejar algo que se quede, y es así cómo un parte de la esencia de las personas se queda en el recuerdo de otras personas más; es por esto que los vivos buscan hacer algo que de fe de lo que hicieron durante su vida los que ya partieron.

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