Tiranías modernas

Los acontecimientos mundiales han llenado nuestras pantallas de tragedias, guerras, disgustos e injusticias lo que nos llena de enojo, descontento, miedo, ansiedad y tristeza al saber que ante tales cosas nos mantenemos indefensos. Esta impotencia por aquellas cosas que pasan es un elemento común en la gran mayoría de los países, ya no es importante si la población es tercermundista o no. Al parecer todos estamos viviendo una tiranía.

Los políticos, quienes son los primeros servidores de los ciudadanos, no parecen creer que trabajan para el pueblo, sino que se ponen por encima de ellos mostrando su poder de una manera despótica. Es como si nos pidieran rendir culto a su persona. Se contentan con mínimo, cumplen por cumplir, pero no nos consta si su trabajo es una muestra de amor por el pueblo. ¿Nuestros políticos nos aman? Y si la respuesta es afirmativa, la forma de mostrarlo es a la inversa. Parece que nos odian, que fueron electos por derecho divino y no por el pueblo.

Se les olvida que es el pueblo quien les da la oportunidad de ser ejemplares para llevar el peso del país. Probablemente estén muy cansados o no preparados para llevar a cabo el trabajo por el cual lucharon por alcanzar. Podemos decir que hay muchos que por «dedazo» están en esos puesto, pero aún así lo buscaron. Es como si no pensaran en los demás sino solo para sí mismos.

Ante tales situaciones la moraleja del pueblo se vuelve: con el gobierno nos va peor, por lo que las acciones que se realizan son independientes, esporádicas ya que no se puede contar con el gobierno para encargarse de su trabajo.

La historia nos enseña que el pueblo cuando se cansa del los abusos del poder se revela y provoca guerras.

Comments

  • Maria Ines Lopez

    La imagen de portada, hace referencia a la filosofía Kantiana, la cual dice: tratar a los demás como fin y no medio. Mientras que, la actitud de los políticos sigue a lo que dice el utilitarismo; el fin justifica los medios, su fin que es egoísta, (tener mas recursos para ellos mismos) justifica que lo priven de las personas.

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